sábado, 19 de septiembre de 2009


En su interior, sabía que nadie cuenta con otro incondicionalmente, pero nunca pudo evitar esta búsqueda ridícula de un ser sobre cuya falda reclinar ingenuamente la cabeza y descanzar, sin ninguna reserva, cerrando los ojos y bajando la guardia... sin dudas y sin temores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te amo incondicionalmente