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Entendí que aprendemos únicamente de lo que nos lastima, de lo que nos hace mal. ¿Por qué será que nuestras otras experiencias, las buenas, no tienen el mismo efecto?, ¿por qué pesan más unas palabras hirientes que otras tiernas? Porque de mis vivencias lindas -sin ánimo de desvalorizarlas- no rescato más que felicidad o buenos recuerdos; pero son las malas las que me hicieron crecer, porque aprendemos a los golpes.

Y yo estoy necesitando lastimarme un poco para entenderme mejor. Porque hay días en los que no se qué pensar ni qué me pasa, ni con vos ni con nadie. Porque necesito vivir un poco, soltarte, reelegirte, atarte, odiarte, quererte, experimentar, vivir. Conocer todo para poder elegir sabiamente. Y éste es el momento, hoy es cuando. La vida es así, es esto: un constante cambio, nada es permanente y nosotros tampoco. Y es una, así que entendela, y disfrutala.