Me gusta quien soy, me gusta lo que me compone. Encuentro mi antisociabilidad y mis cambios de humor extremistas algo cómicos. Me gusta el hecho de querer a pocas personas, porque a estas las quiero de verdad y con devoción. También me gusta mi pasado, porque tengo hermosos recuerdos y de los otros que me ponen la piel de gallina, aprendí mucho. Me gusta haber perdido los amigos que perdí, porque solo de esa forma gané los que gané luego. Me gustan los besos que regalé, los chicles que pegué en cabezas ajenas, los insultos que dí y los que recibí también. Me gusta haber conocido a todos los que conocí, aunque no todos ellos me gusten. Porque lo bueno me hizo feliz y lo malo me hizo más fuerte. Me gusta haber llorado todo lo que lloré y el caparazón que construí a partir de eso. Me gusta que pocas personas lleguen a mi corazón realmente, y si me lastiman también está bien. La vida es así: lloras, reís, discutís, te reconciliás, te deprimís, sos feliz, te divertís, te aburrís, extrañas, reencontrás. Hay que aprender a ver la belleza de cada etapa, y llevar cada una de estas con el pecho bien alto. Y a mi me gusta mi vida. Me encanta lo bueno y lo malo, me gusta entera.
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