Estoy tratando de decirte que me desespero de esperarte, que no salgo a buscarte porque sé que corro el riesgo de encontrarte. Que me sigo mordiendo, noche y día, las uñas del rencor... que te sigo debiendo todavia una canción de amor.
No corras si te llamo de repente, no te vayas si te grito 'piérdete'. A menudo los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después.
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