Tal vez era lo que quería. Lo que esperaba desde hace tanto tiempo.
Pero ya me había acomodado, tal vez en la mediocridad, pero así estaba bien. No podía aspirar a más.
Finalmente sentí que alcanzaba la felicidad... pero tal vez no la había explotado al máximo.
Podía arriesgarme y, quién sabe, ser feliz como nadie más. O podía caer nuevamente en el pozo del que recién salía. Caer otra vez, y lastimarme mucho más.
Ahora sé que tengo esa fuerza, pero conozco ese dolor y no quiero vivirlo otra vez.
Entonces puedo arriesgarme al sí (soy tan ingenua que realmente soy capaz), o puedo decir no, evitando el dolor.. o la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario